1.- Parque del Retiro
El Parque del Retiro es posiblemente el mejor y más importante de toda la ciudad. Dentro de sus 130 hectáreas de bosque, cualquiera puede hallar enormes opciones de sombra para protegerse del sol mediterráneo y juguetón. En su centro se localiza un plácido lago, en cuyas proximidades se celebran un gran número de representaciones teatrales que se engalanan con el precioso marco natural. La práctica del remo en el lago, la visita a la florida y colorida Rosadela, o llevar a cabo una partida de ajedrez con los muchos aficionados expertos que allí se reúnen, son algunas de las mejores opciones para quien se decida a visitar este maravilloso lugar.
2.- Casa de Campo
Con más de 1,700 hectáreas, la Casa de Campo es otro de los más relevantes parques de Madrid. Este sitio incluye muchos lugares muy interesantes por conocer, entre los que destacan el Parque Zoológico, y el Parque de Atracciones. En donde chicos y grandes encuentran diversión a manos llenas en cada visita. También hay un lago allí, numerosas áreas deportivas y una singular escuela para practicar el toreo.
3.- Jardín Botánico
Muy cercano al famoso Museo del Prado, el Real Jardín Botánico de Madrid se constituye como un muy interesante espacio para explorar y aprender. En sus instalaciones se albergan más de 30,000 especies de plantas y árboles provenientes de los cinco continentes del planeta, y de las cuales quizá sean las más atractivas las rosas salvajes. Es un tesoro en donde ciencia y arte se conjugan sabiamente en aras de abrazar lo más hermoso de la naturaleza vegetal.
4.- Parque del Oeste
Es un parque de estilo británico colmado de extensos campos de césped. También se ornamenta con numerosos árboles de gran altura y entre los cuales se pueden hallar diversas estatuas de elevada valía artística. Y su joya particular es también la Rosadela, en donde anualmente se celebra un gustado certamen de floricultura.
5. Parque Quinta de la Fuente
Este parque se caracteriza por sus muchas fuentes, pintorescas y encantadoras, sus románticos senderos y sus campos de flores. De sólo 7.4 hectáreas, ciertamente no es de los más extensos de la urbe madrileña, sin embargo sus dimensiones reducidas le proporcionan una delicadeza y singularidad que lo tornan cautivante.