Aunque no como ella hubiese querido, Hillary Clinton podría formar parte del equipo de gobierno llamado a liderar el cambio en Estados Unidos y a hacer que el Yes, we can sea una realidad y no simplemente una de las estrategias de marketing político más acertadas de los últimos años. Clinton se plantea seriamente aceptar el cargo de Secretaria de Estado. Sin embargo, los intereses de la fundación de su marido, el ex-presidente Bill Clinton, podrían interponerse en su camino.
Hillary se especializó en asuntos internacionales cuando ocupó su cargo de senadora por Nueva York, por lo que ya se encuentra familiarizada con lo que podría convertirse en su nuevo cometido, ser la Secretaria de Estado del nuevo gobierno de Estados Unidos capitaneado por Barack Obama, que conseguiría así sumar a su anterior rival en la lucha por la designación de la candidatura demócrata a la presidencia a un gobierno de coalición. Su labor tendría una gran carga diplomática que Hillary podría afrontar gracias a su buena imagen fuera de EE.UU y sus relaciones con numerosos líderes internacionales.
Sin embargo, puede existir un conflicto de intereses entre su nuevo cargo y las labores que desarrolla su marido, Bill, a través de la Fundación Clinton dedicada a potenciar el desarrollo en África a través de programas de lucha contra el SIDA o la pobreza, por ejemplo. La lista de donantes de fondos para esa fundación podría ser uno de los problemas, ya que algunos de ellos podrían defender políticas que entrarían en confrontación con las de la nueva administración, de las que Hillary sería representante. Es por ello que los asesores de Obama están estos días sometiendo a un duro escrutinio las actividades de la Fundación Clinton y sus posibles conflictos de intereses. Por otro lado, John Kerry y Bill Richardson siguen también en la lista de posibles candidatos al puesto de Secretario de Estado.
Más información: Hillary Clinton to accept Obama´s offer