Imagínense la escena. Madonna entra a saludar a los cantantes de un grupo al acabar su concierto, el manager que debía ir colocado/a y no ver tres en un burro ve a una arrugada rubia acercarse y da ordenes al gorila de seguridad para que la plaque y la eche. Silencio absoluto en la sala (incluidos los cantantes) mientras el gorila retuerce el brazo a Madonna y la lleva hasta fuera del recinto.
Pues eso exactamente ha sido lo que pasó el 7 de junio con el grupo Bloc Party. Creo que Madonna vigilará mucho a los gorilas que contrate a partir de ahora… Como mínimo deberán tener buenos modales.